El cine: retratos de una pasión
Texto: Daniela Pereyra
Fotos: Giuliana Trucco y Daniela Aldana Caballero
La ficción en el cine nacional se anima a historias distintas. Los realizadores construyen relatos que rompen barreras temáticas y el cine apuesta fuerte a la diversidad, la variedad de mundos y universos, porque como toda manifestación artística y cultural, el relato audiovisual no se agota, y siempre hay algo nuevo para contar.
Deshora, es la ópera prima de Bárbara Sarasola Day, protagonizada por Luis Ziembrowski, María Ucedo y Alejandro Buitrago. El deseo y las relaciones familiares se desarrollan en el entorno de una estancia salteña. La Corporación es el cuarto largometraje que dirige Fabián Forte, y en la piel de Osmar Nuñez y Moro Anghileri, propone la posibilidad de una vida ideal. Deseo, secretos, e intriga en las dos películas que se animan a historias distintas.
De la idea, al guión, de ahí a los personajes, el rodaje y luego la edición. ¿Cuál es el camino que recorrieron los dos directores hasta convertirse en cineastas?
Bárbara: -La primer película en la que fue “Testigos Ocultos”, de Néstor Sánchez Sotelo. Era meritoria de producción, y ahí me enamoré perdidamente de hacer cine. Me encontró el rodaje, era una época cuando hacías cine por vocación y además aprendí un montón, era fascinante, cada día era diferente.
Fabián: -Cuando yo empecé no tenia computadora, me metía los sábados a la noche en los cybers a ver festivales de cine y miraba Daniel De la Vega, el único referente de ese entonces que hacía cine de terror en Argentina. Esto uno lo hace por pasión y porque amás tu trabajo. Yo después de veinte años puedo vivir de esto y la motivación principal es contar una historia que te comprometa, que sientas que tenés algo para decir, puede ser una película intelectual o para hacer reir, pero tiene que ser algo que te salga del corazón. El cine es lo que me trasciende como persona, no lo puedo evitar. Me sale naturalmente, lo hago porque soy un apasionado y es la manera de sentir felicidad. Ganarte la vida siendo cineasta es otra cosa, que se puede concretar, pero tenés que estarle atrás; y no me veo laburando de otra cosa.
Bárbara: -Es una necesidad. Escribí esta película, y ahora estoy escribiendo otra por la necesidad de contar una historia. No me imagino haciendo otra cosa, me encanta, toda mi vida me sentí muy afortunada desde el momento en que accidentalmente terminé trabajando en una película.
¿Cómo fue la gestación de la idea de “Deshora” y “La Corporación”?
Bárbara: -Me interesaba trabajar en el terreno de la intimidad, del tabú, y trabajarlo en mi contexto. Yo no iba a ser directora, escribí un par de guiones, entre ellos éste, y empecé a pensar a quién se lo podía dar y después decidí hacerlo yo, y al hacer la película me dí cuenta que me encantaba dirigir.
Fabián: -Yo escribo varios guiones porque es mi trabajo y ése es el motor. Siempre hay un guión que me empieza a gustar mas, le encuentro mas vueltas de tuerca, mas valores y empiezo a amar esa historia. Nunca escribí pensando en un tema, empiezo a hablar o a escribir pensando en situaciones o cosas que a mi me interesan contar, que pueden ser imaginarias o reales. A la hora de escribir siempre trato de ver la película proyectada, lo que a mi me gustaría ver como espectador, e intento que a la gente le interese esa misma historia.
Los cineastas se manifiestan en distintos escenarios reales y creados a lo largo de todo el país. La producción cinematográfica empieza de a poco a descentralizarse y diversificarse, y las películas buscan su lugar en salas, ciclos y festivales, que trascienden límites territoriales. ¿Cómo ven el panorama actual del cine a nivel nacional?
Bárbara: -En eso tenemos bastante deuda. En contenidos es muy hegemónico. Lo que está sucediendo ahora gracias a la Televisión Digital Abierta y otros movimientos es que se está empezando a descentralizar un poco la mirada. Y eso es aprendizaje porque hablamos el mismo idioma, pero somos un país con mucha diversidad cultural.
Fabián: -Estamos capacitados por hacer otras cosas que son tan interesantes como hacer eso que tiene que ver mas con nosotros. Tenemos que tener nuestra propia cultura porque crea valores en la gente. Es fundamental que defendamos lo nuestro, no es por defender tu película solamente, es para defender la cultura de tu país. Y uno está preocupado por el presente y el estreno y que dure una semana pero nunca se sabe qué va a pasar después, donde va a caer esa película. Es una obra que ya queda, y también te tiemblan un poco las piernas, porque te das cuenta del compromiso. Cuando uno hace las cosas con amor eso se trasmite mas allá de todo lo burocrático y complejo de hacer una película, pero cuando uno lo hace con pasión eso queda.