La nota sobre Historias Breves Un camino audiovisual. Martes de Agosto y Setiembre a las 19 hs GRATIS en Biblioteca Nacional
Historias Breves es un proyecto único y sorprendente, impulsado por el Instituto Nacional de Cine, que nació con el fin de dar lugar y acompañar los primeros pasos profesionales en la carrera de nuevos directores. En sus comienzos, permitió visualizar una renovación estética y de producción en el panorama audiovisual de los noventa, constituyéndose en el semillero del nuevo cine argentino. Representó –y representa-, para un importante número de cineastas ignotos, la enorme posibilidad de exhibir sus primeros cortometrajes en salas de cine, y la oportunidad para miles de espectadores de descubrir el potencial creativo y técnico de las nuevas camadas de realizadores locales.
A más de quince años de su nacimiento, y habiendo atravesado épocas difíciles, el proyecto continúa de pié -se encuentra en producción la séptima edición- y cada nueva convocatoria reaviva los sueños e ilusiones de cientos de artistas.
El cineasta Bebe Kamin, impulsor del proyecto y productor general desde sus orígenes, remarca que “a casi dos décadas de haberse iniciado, Historias Breves siempre está vigente, porque es una plataforma de lanzamiento para mucha gente. Un lugar donde los jóvenes cineastas se enfrentan a la primera posibilidad de trabajar en buenas condiciones de producción”.
Aunque la primera edición de Historias Breves tuvo su estreno oficial en 1995, la idea primigenia nació unos años antes, en 1993. “En ese momento –cuenta el propio Kamin- estaba sin trabajo y recurrí al INCAA para ver qué podía hacer. Ahí mismo, en una reunión, me enteré de la existencia del concurso. Un grupo de jóvenes cortometrajistas había ganado el concurso y estaban peleando para sacar adelante sus proyectos. Me dijeron: bueno, hacete cargo de esto, y así empezó. Ese fue el origen de lo que unos años después se conoció como “Historias Breves cero”, edición fundacional de la que participaron importantes nombres, como los de Vanessa Ragone (productora ejecutiva de la oscarizada El secreto de sus ojos), Cristian Bernard (co-director de 76 89 03) y Julia Solomonoff (directora de Hermanas y El último verano de la Boyita), entre otros”.
Los trabajos de esa primera convocatoria, acompañaron la proyección de otros largometrajes de estreno. Fue recién en la siguiente edición cuando el compilado de cortos seleccionados, empezó a exhibirse en los cines bajo la forma de un filme denominado Historias Breves. Cristian Bernard (autor del corto “Encuentros Lejanos”) recuerda así su paso por el proyecto: “Mi experiencia fue la misma que debe sentir un pibe que pasa de correr en fórmula 3 a tener la posibilidad de sentarse en un fórmula 1. Yo estudiaba cine y sólo había hecho cortos en Súper VHS. El fílmico era un sueño, una fantasía inalcanzable. Recuerdo el preciso momento en que me enteré de que mi guión había salido seleccionado. Esa misma noche descorché una botella de vino y me la tomé entera. Sinceramente fue el días más hermoso de mi vida”.
Para directores como Bernard, según él mismo lo reconoce, Historias Breves fue la “oportunidad de jugar en las grandes ligas”. Para muchos como él, la participación en esta experiencia inédita significó “un antes y un después en sus vidas profesionales”. Así lo demuestra el relato del propio Bernard cuando cuenta que: “Poco después de que el cortometraje se diera en salas comerciales viajé a festivales internacionales como el de Clermont Ferrand y, ahí nomás, a mi regreso, fui contratado por una productora publicitaria que había visto el corto”.
Para estos cineastas nóveles, Historias Breves fue, además, un campo de fructífero aprendizaje. De ello da cuenta, por ejemplo, la directora y guionista Julia Solomonoff cuando señala que, por primera vez tenía el apoyo económico y no dependía de mis ahorros. Aprendí a presentar un proyecto, a presupuestarlo, a rendirlo, a defenderlo: a seguir todos los pasos, desde obtener los derechos para el guión (mi corto es una adaptación de un cuento de Capote) hasta la post-producción en laboratorio y el trabajo en los festivales. El acceder a dineros públicos obliga a asumir un compromiso mayor con uno y los demás, te pone también en un lugar de exposición y vulnerabilidad: de responsabilidad no solo con el relato, con la manera de contarlo sino también con la manera de producirlo.
En el mismo sentido se inscribe el testimonio de Rodrigo Grande, quién debutó profesionalmente como realizador con el corto “Juntos, in any way”, el cual formó parte de las Historias Breves II, en 1996. Rodrigo sostiene que “haber participado me ayudó a estructurar y preparar para la experiencia de los largometrajes y poder pensar como un profesional. Por otro lado, la exhibición comercial de Historias Breves permite algo muy difícil de conseguir con los cortometrajes. Es muy positivo que se siga haciendo y, seguramente, saldrán de ahí muchos de los futuros directores, guionistas y actores del país”.
Hace más de una década y media, el público argentino recibió el estreno de las primeras Historias Breves como un grato acontecimiento. En una época en la que se estrenaban pocos filmes nacionales por año, esta película compuesta por nueve cortometrajes dirigidos por jóvenes debutantes, invitaba a imaginar un gran futuro para el cine argentino. Y así fue. La mayoría de esos “principiantes” son hoy directores reconocidos. Lucrecia Martel, Bruno Stagnaro, Sandra Gugliotta, Israel Adrián Caetano, Daniel Burman, Ulises Rosell, Andrés Tambornino, Jorge Gaggero, Paula Hernández, Santiago Loza, Gianfranco Quattrini, Liliana Romero y Liliana Paolinelli, son algunas de esas auspiciosas promesas convertidas en firme realidad.
“Estar en Historias Breves es como ganarse el prode”, afirma Lautaro Nuñez de Arco, guionista, director de cine, TV y publicidad y docente, que debutó en el formato de 35mm con el cortometraje “Más quel mundo”, integrante de las Historias Breves IV y ganador de innumerables premios en todo el mundo. “No he visto muchos concursos así ni he tenido noticias de su existencia en otros lugares del mundo. El cortometraje es una experiencia lúdica y formadora como ninguna,- y agrega-, me gusta el cortometraje porque puede contar cosas sinceras y simples de manera bella, y por su poder de síntesis. No creo que el corto sea un lugar de práctica o sólo para hacer cosas ingeniosas, de humor o estilo”.
Historias Breves VI (2010), última edición estrenada hasta la fecha, está integrada por nueve cortometrajes que fueron seleccionados sobre un total de ciento noventa y cinco proyectos presentados. “Coral”, pertenece a Ignacio Chaneton y fue uno de los trabajos mas elogiados de esa edición. Chaneton define su primera experiencia en la dirección como “compleja, larga, agotadora y sobre todo muy enriquecedora”. Como espectador de aquellas primeras Historias Breves recuerda el entusiasmo que le generó al verlas y la idea de que “esto está rebueno y no parece tan difícil hacerlo, como si de golpe la posibilidad de contar/filmar una historia estuviera un poco más al alcance de la mano. Y después ver que esos directores se ponían a hacer largos y que también eran muy buenos era la confirmación de esa primera sospecha, de que algo se estaba gestando entonces. Ya en el presente, es lindo sentir que uno acaba de pisar alguna de esas huellas, sea el que sea el camino que uno tome”.
El camino recorrido, y el porvenir, auguran un venturoso futuro para estas Historias Breves del cine argentino. Las más de veinticinco mil personas que asistieron al estreno de aquellos primeros cortometrajes fundacionales, sumadas a la muy buena acogida por parte de la crítica especializada (que acompañó y amplificó el naciente fenómeno), abrió una brecha enriquecedora en la alicaída producción nacional de aquellos años. Con el surgimiento de Historias Breves aparece, en palabras de Bebe Kamin, “una nueva generación que planteaba las cosas de otra manera, otros temas, otro modo de producir. Las películas posteriores de esos realizadores confirmaron que estábamos acertados, había una cantidad de gente con capacidad suficiente como para asumir un rol importante en el cine argentino, y yo creo que esto sigue siendo así”.
A las puertas de una nueva edición, cabe echar una mirada retrospectiva sobre esa abundante y prolífica producción que, de alguna manera, sintetiza el interesante proceso de transformación del cine argentino de las dos últimas décadas y, porqué no, preguntarse cuál es rol que hoy día le corresponde cumplir a un proyecto como el de Historias Breves.
Laura Citarella
Ha pasado tiempo y en el medio hice muchas otras cosas. La experiencia fue muy alentadora. Todos los que tenemos inquietudes cinematográficas más o menos intensas, deberíamos pasar por ahí o por lugares similares. Más allá de todo lo positivo que tiene un premio así en relación al incentivo y el fomento, debo asumir que el proceso fue arduo y muy difícil. Como sea, festejo que exista un concurso así, encarado con responsabilidad y amor por las películas.
Integra El Pampero Cine. Produjo los films Historias extraordinarias y Castro. Ostende su primer largometraje, fue estrenado en el último BAFICI.
Cristina Raschia
MI experiencia fue excelente por la posibilidad de realizar mi primer trabajo en 35 milímetros, y por la distribución que tuvo en las salas y Festivales, lo que me dio una visibilidad que me ayudo mucho. Me permitió ingresar en el circuito profesional, y llegar a un público en países donde jamás me hubiera imaginado. Era 1993 y las posibilidades de distribución eran muy limitadas. Hice de la realización audiovisual mi profesión y mi modo de vida, y no creo que hubiera sido posible sin Historias Breves.
Recientemente estrenó el documental Memoria de un escritor perdido. Entre sus obras se destacan El teorema de Martín y Primera Sangre.
Diego Sabanés
Fue sin duda un punto de inflexión en mi vida, y el fin de la infancia. Dieguillo y yo estábamos cursando el último año cuando ganamos el concurso, así que ¡Ratas! fue como un trabajo de graduación. Y la experiencia fue genial. Armamos un equipo con varios compañeros y algunos profesionales del medio que aceptaron sumarse, y nos tomamos el trabajo con un rigor total.
Creo que la primera tanda de HB fue la más compacta y la mejor recibida por los medios, porque fue una sorpresa. Las siguientes no sorprendieron tanto pero abrieron un horizonte más amplio de estilos.
Producción nota, fotos y textos: Gabriel Patrono, Roberto Valle y José Ludovico.
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