Imágenes paganas
Totem,
de Franca González, y Mujer Lobo, de Tamae Garateguy, son dos nuevas propuestas
de un cine nacional en desarrollo e innovador. Las dos cineastas cuentan su
proceso y cómo llega a las pantallas.
La
realización audiovisual en la Argentina se desarrolla en distintos géneros,
formatos, y las temáticas diversifican el panorama documental y de ficción. Los
cineastas se animan a los distintos géneros y las producciones rompen
estructuras, formas de organizar el relato y contar historias. Esto sucede
tanto en el documental como en la ficción. Franca Gonzalez, realizadora
documental y Tamae Garateguy, dedicada a la ficción, son claros ejemplos de las
nuevas apuestas, desafíos y cómo se sortean las barreras y límites.
“El
cine te sucede. Desde siempre me apasionó sentarme en una sala de cine, ver
cine, hablar de cine, entonces esta obsesión-adicción sigue el único camino
lógico: hacer cine”, afirma Tamae, cuando le preguntamos porqué el cine es su
medio para contar historias.”Su trayectoria comenzó en 2007, con el rodaje de
UPA! Una película argentina, codirigida con Camila Toker y Santiago Giralt,
película terminada en video: “En ese momento se filmaba en 35 milímetros y todo
lo que fuera video era visto como una porquería, siempre tenían que hincharse a
35 milímetros, de hecho el premio que ganamos a mejor película Argentina en el
Bafici 2009, consistió en una ampliación”, recuerda. Y recomienda que ante las
dificultades y contratiempos en la realización de una ópera prima, “no hay que
dudar, y terminarla como sea”
“El cine es una
actividad colectiva. Siempre terminar una película es el nacimiento de un ser
nuevo”. Y el punto de partida para Franca, fue un legendario tótem de la
comunidad kwakiutl, emplazado en la plaza Canadá de la Ciudad de Buenos Aires.
La primer pieza del rompecabezas documental que la directora de “Liniers, el
trazo simple de las cosas”, comenzaría a armar. La obra de Franca Gonzalez cuenta
vidas, pinta escenarios y retrata en movimiento. Además, sus largometrajes
evidencian el quehacer documental: “No hay nada más creativo y de mayor
libertad que el lenguaje documental”. Un personaje, un hecho, y un símbolo se
abren en facetas, se diversifican en historias, anécdotas; y una idea se
complementa con las que surgen del mismo proceso de investigación y desarrollo.
“Lo interesante es cómo abordarlo sin entrarle por la puerta principal,
buscarle las puertas laterales que en definitiva es el punto de vista o la
mirada del realizador, esa mirada personal que elige una tangente a través de
la cual contar una historia. Y en ese sentido el documental es una forma de
expresión inacabable”, afirma Franca. Inagotable e imprevisible. Un giro en los
hechos produce un viraje en la creación, y las piezas configuran otra idea. El
proyecto de construcción del tótem que se suspende, y la decisión, forzada, de
retomar el camino y contar la historia y tradición de una tribu al otro extremo
del continente. El tótem en partes, y un relato que se deconstruye para volver
a construirse. Franca explica que desde sus primeras obras, “andaba tras los
pasos de romper las barreras del documental más clásico. Después del
largometraje, “Atrás de la vía”, había empezado una búsqueda un poco más
personal en ese tipo de realizaciones”
La
mirada de la mujer lobo acecha tras la cámara de Tamae. Y la ficción es su
principal atractivo para encantar a su presa. La transformación de la mujer, da
cuenta de una nueva manera de contar, de experimentar y probar con un
largometraje en blanco y negro, con planos que cuentan más que las imágenes en
sí mismas. El cine nacional se nutre y enriquece que apuestas renovadoras,
historias que visitan los géneros clásicos y los revalidan con el toque de los
nuevos directores nacionales. De esta manera, la producción audiovisual se vuelve
una aventura que da cuenta de un arte particular y propio. ¿Por qué es
necesario apoyar el desarrollo de una cinematografía nacional? Tamae enfatiza: “Porque es política cultural, porque a través de una
cinematografía propia se construye indentidad, el cine es un espacio de crítica
necesario para cualquier sociedad.”
Dos directoras de
cine argentinas y dos maneras de producir. Cómo se produce el encuentro con el
público en un momento de complejidad para la exhibición de las películas
nacionales. Tamae dice “estoy por estrenar Mujer Lobo y realmente está difícil,
considero que la exhibición on line será un camino posible para poder llegar a
más espectadores”. Las pantallas se diversifican, en formato y en espacios. En relación con el documental,
Franca sostiene que “hay una grieta, un abismo entre lo que es la producción de
documentales y el lugar para verlos. No hay muchos lugares donde ver
producciones diferentes que no se adapten al formato televisivo. Los espacios
de difusión son muy chiquitos y hay que cuidarlos como oro.”
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