La Biblioteca Nacional y La Nave de los Sueños presentan:
Vivir intensamente
(creadores y visionarios de este sitio del mundo)
Séptima Temporada - Cine y Música de Autor
Marzo – Mayo. Martes 19 hs.
Biblioteca Nacional de la República Argentina
Agüero 2502. Auditorio “Jorge Luis Borges” 1er. piso.
www.bn.gov.ar
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
Con enorme orgullo y entusiasmo anunciamos el inicio de esta 7ma temporada del clásico encuentro de los martes en la Biblioteca Nacional. Retomamos este saludable proyecto de difusión nacido en 2006 con el fin de alentar el surgimiento y desarrollo de voces diversas en el panorama del cine argentino, proponer la revisión atenta de obras y autores del cine independiente y ofrecer una mirada amplia de la realidad audiovisual en distintos rincones del país de la mano de sus protagonistas.
Esta nueva temporada se inicia con la invitación a recorrer el rico panorama del nuevo documental de autor. Son obras que recorren los sueños, proceso creativo y pasiones de creadores y emprendedores surgidos del cine, la música y la literatura en nuestro país. Nos encontraremos en un recorrido por un mosaico de retratos urgentes del modo de concebir el mundo, de artistas apasionados como Tata Cedrón, Haroldo Conti, Claudio Caldini, Liniers, y Alejandra Pizarnik, entre otros grandes nombres. Las películas serán presentadas por sus realizadores y equipo técnico, quienes estarán presentes en las funciones.
El documental en sus dimensiones
En el marco del nuevo ciclo de proyecciones de La nave de los sueños que comenzará en el mes de marzo, tres realizadores de cine argentino plantearon la situación actual en que se encuentra el documental. Dedicado a este género, el ciclo contará con documentales de Cristina Raschia, directora y guionista de “Memoria de un escrito perdido”, Andrés Cuervo, con “El retrato postergado”, y Fernando Pérez con su documental sobre el Tata Cedrón quienes en esta charla recorrieron las tres etapas del desarrollo cinematográfico: pre-producción, producción y post-producción, además del camino que siguen la difusión y exhibición.
-¿Cómo es el panorama actual para la realización de documentales?
Cristina Raschia: -Hay una historia del documentalismo argentino que es muy valiosa. La movida de reflotar el documental es de los últimos quince años, cuando empezó a mezclarse más con la ficción y con otras cosas. Hace quince años nadie hablaba del documental, y a nadie se le ocurría la posibilidad de un documental en una sala de cine. El documental ha ocupado un espacio en los últimos años gracias a que enriqueció su lenguaje, buscó nuevas formas.
Andrés Cuervo: - Cuando aparece la vía digital del INCAA es dirigida especialmente a lo que es documental.
CR: -Y gracias a que había una movida que venía pujando porque se dé ese espacio. Mucho documental se empezó a hacer en la Argentina sobre el final de la dictadura militar y los comienzos de la democracia porque salía mucho más barato que hacer ficción. Y en la desesperación que tenían los realizadores independientes y de las provincias por filmar y por contar la realidad oculta. Ahí empezó a darse toda una movida que fue creciendo y que terminó en la vía digital del INCAA.
Fernando Pérez: -Hay que ponerlo en la realidad de la producción y realización audiovisual de hoy, en el contexto en que se aprobó una ley que suprimió una anterior que era de la dictadura militar, y eso ya implica una democratización muy valiosa. La ley de medios implica la democratización de las voces que hay, implica una conquista de muchas cosas que antes no estaban previstas. También implica un reacomodamiento de todo el panorama, y el valor que tiene la ley en el contexto que hoy realizamos y producimos es inédito. Desde los nuevos incentivos y fomentos a la televisión que no existían. La vía digital precisamente es una compra de derechos de emisión. Creo que es un momento de reacomodamiento de todo eso, no solamente por el marco legal, también hay una cuestión política y una cuestión tecnológica muy fuertes.
AC: -La tecnología digital es un gran beneficio para nosotros, se puede producir con otro costo, de otra forma. Pero el problema es que tenés si siete horas de material se pierde la narración, se pierde el conocimiento del autor, porque directamente no hay narración audiovisual. Y por otro lado, los tiempos de televisión y el presupuesto que está asignado, que esta buenísimo que los haya porque hay un montón de gente que antes no tenía un mango y que ahora lo puede hacer, pero son muy acotados.
CR: -Hay dos cosas que para mí son clave en lo que es la realización, no solo en Argentina sino en el mundo. Una es que nos vino corriendo la tecnología, yo creo que lo que cambia es la relación con el espectador. Tenés diferentes medios y diferentes formas y los circuitos se van modificando. Y hay veces que no tenés tiempo de determinar qué formato vas a usar para el circuito en el que eso finalmente va a encontrar su lugar. Y lo que me parece es que las nuevas formas crean una comunicación y una posibilidad del espectador de darte una devolución que antes no teníamos. No sé si llamarlo democratización, no sé si es la palabra, pero sí que la obra está mucho más expuesta a la crítica del espectador en forma directa, te busca, te “googlea”, te escribe, si le gustó te lo dice y si no le gustó también, y eso a mí como realizadora me resulta de una riqueza enorme, porque pierde la obra esa cosa solemne, ceremoniosa.
Cuando se habla del género documental se trata de una determinada manera de hacer, de contar, de mostrar. Todo producto audiovisual parte de la idea que deviene en historia y que se plasma en el guión. ¿Cómo es esa etapa para este género? ¿Qué cosas se tienen en cuenta?
FP: - Hay una instancia previa a la realización que es el guión. Hay que pensarlo, armarlo, es un momento en que por lo general no hay plata, pero tampoco hay condicionamientos de tiempo, entonces uno podría pensar y escribir un buen guión. Y el cine argentino siempre desde la escasez hizo una virtud, porque el cine militante argentino es eso, entonces por qué no en la instancia de desarrollo del guión transformar esa escasez en una virtud y decir esto también es libertad, tengo mi tiempo para hacer el guión, por qué no hacer guiones elaborados con otro tipo de narración.
CR: - Hay una falta en el tema de la elaboración de guiones, porque además hay una profunda ignorancia de nosotros como realizadores respecto de la lectura de autores nacionales… Si los tiempos están para producir, el tema está en producir cosas que sean atractivas, que marquen pautas. La adaptación literaria también ayuda a llevar gente al cine.
Si en los últimos años la producción documental se fomentó y aumentó abriendo canales de participación como la vía digital del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, qué pasa cuando se trata de que la gente vaya al cine a ver documental.
AC: -Esto que vos decís es un problema muy grande, la gente no va a la sala. Pero tampoco hay una política, no se encontró una forma en todo este cambio para encontrarle la vuelta a que la difusión del cine en salas sea la que le corresponde a este cine. Yo creo que hay mucho público que le gusta el documental, y creo definitivamente que si tuviéramos una sala documental exclusiva que fomentáramos todos los documentalistas para que el público que le gusta ver documental en sala vaya, tendríamos una recepción muy diferente.
FP: -Con todas las cosas buenas que tienen las políticas de medios, también hay un montón de cosas que está bueno pensarlas. Desde el plano de los espectadores es un tema a pensar porque no depende solo de la difusión…
CR: -Yo creo que el tema del espectador tiene que ver con una seducción, tiene que ver con realizar un producto que más allá del contenido valioso sea atractivo, que tenga que ver con una trama.
¿Qué diferencia al documental del género de ficción? Pareciera que los límites actualmente no son fijos, ni definitivos. Hay distintos recursos que se emplean en los documentales en función de la narración, porque a fin de cuentas hay relato, se cuenta una historia, hay una construcción, un armado. La música, la representación, la inserción de recursos como la animación, y la misma edición contribuyen a esa expresión narrativa. ¿Qué se cuenta y cómo?
CR: -Tenés que tener cosas para contar porque te pasaron cosas en la vida. No hay magia en esto. Yo no elegí hacer documental, en la Argentina no se puede elegir mucho. Uno tiene cosas para contar y recursos para contar determinadas cosas. En el caso particular de “Memoria…, yo estaba trabajando en una ficción a raíz del escrito perdido sobre el que habla la película. Y de pronto aparece la posibilidad de concursar un proyecto con el formato documental y vi que había una historia que yo quería contar y que la podía contar de forma documental. Creo que tiene que ver con las cosas que uno quiere contar.
AC: -A mí el documental me encanta como género, tengo otros proyectos de ficción, pero me gusta el género por las posibilidades que da para contar, las posibilidades de jugar de otra forma.
FP: -En mi caso, con el último documental del Tata Cedrón yo tenía una historia para contar y encontré que la mejor manera de contarla era con el lenguaje documental. Siempre se cruza por la cabeza de uno cuando tenés un proyecto que lo podés contar de otra manera, que lo podés ficcionalizar. El documental termina siendo un lenguaje. Muchas veces se lo definió por la cercanía con lo real, con lo verídico, y hoy por hoy hay muchas cosas que tienen que ver con el realismo y con ese truco estético que es la cercanía con lo real en que la ficción llega mucho más cerca. Hay muchas veces que la manera más realista de contarlo desde lo estético también es la ficción. Y hay un cruce que cada vez es más fuerte entre la ficción y el documental. Son lenguajes, maneras de contar.
Maneras de contar y formatos que se adecuan a esas maneras. El documental puede pensarse cinematográficamente, y qué pasa, de qué manera se lo piensa cuando la producción y exhibición se extiende al formato televisivo.
AC: -Es definitivamente otro lenguaje el de la televisión, pero hay algo que a mí me gusta mucho de la televisión digital y es que muchos realizadores de cine se metieron a la televisión. Cambió un poco la forma. Hay algunos documentales que tienen una visión más cinematográfica, pero de todas maneras la estructura, la forma de trabajo, el presupuesto es otro, los tiempos son otros. Por otro lado, cuando uno hace cine tiene un montón de libertades que cuando hace televisión no. Otro manejo de los tiempos también.
FP: -Una diferencia fundamental entre lo que es la televisión y el cine, es que en el cine uno hace documental de autor. Cuando yo hice la serie para televisión tenía cuatro días para cada capítulo y no sé si salió lo que yo quería. Cuando hago una película con un lenguaje cinematográfico yo siento que es mi mirada sobre eso. Esa es la diferencia fuerte, en lo cinematográfico uno tiene un margen para hacer una mirada de autor. En la televisión ese margen es mucho más chico, igual hay cosas maravillosas, no estoy hablando de la calidad, estoy hablando de cómo se aborda.
Pensar el género desde el cruce, la fusión. El documental argentino hoy muestra literatura, habla de música y dibuja historias. Relatos escondidos, voces que salen a la luz y vidas para recordar. Es el arte audiovisual en su expresión creadora.
CR: -Yo estoy convencida que el arte se acerca mucho a la verdad. Porque trabaja con la intuición, tiene una manera de acercarse a la comprensión de la realidad, una forma humana, sensible. Un tipo de abordaje de lo que podemos aportar a la interacción con el mundo.
Nota: Daniela Pereyra
Fotos: Giuliana Trucco
Producción: Daniela Caballero, Daniela Pereyra y Giuliana Trucco
para La Nave de los Sueños
Programación: Vivir intensamente
(creadores y visionarios de este sitio del mundo)
(creadores y visionarios de este sitio del mundo)
Martes 27 de Marzo Función apertura: Tata Cedrón. El regreso de Juancito Caminador, de Fernando Pérez (2011)
Martes 3 de Abril: El hombre que baila, de Pablo Pintor y Sergio Aisenstein (2010)
Martes 10 de Abril: Liniers, el trazo simple de las cosas, de Franca González Serra (2010)
Martes 17 de Abril: El retrato postergado, de Andrés Cuervo (2010)
Martes 24 de Abril: Memoria iluminada: Alejandra Pizarnik, de Virna Molina y Ernesto Ardito (2011)
Martes 8 de Mayo: Memoria de un escrito perdido, de Cristina Raschia (2010)
Martes 15 de Mayo: Alfredo Li Gotti, una pasión cinéfila, de Roberto Ángel Gómez (2010)
Martes 22 de Mayo: Hachazos, de Andrés Di Tella (2011)
Martes 29 de Mayo: Función sorpresa cierre del ciclo
Anfitrión y maestro de ceremonias: Mr. Miguelius
En la apertura de todas las funciones se proyectarán capítulos de El Libro Perdido (2011)
El Libro Perdido retrata las peripecias de un personaje que busca un libro y en esa búsqueda otros libros se cruzan en su camino. Encarnado por el actor Luis Ziembrowski, el protagonista recorre con febril perseverancia una ciudad poética y alucinada, en la que los libros buscan sus lectores y éstos buscan desentrañar el secreto cifrado en un texto que quizás no exista.
Coproducidos por la Biblioteca Nacional, Canal 7 y Encuentro.
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