En
una playa junto al mar, por Daniela Pereyra
Ostende
tuvo su función de preestreno dentro del ciclo “Tiempo de Valientes”. La nuevo
forma de hacer cine nacional en la voz de su directora.
Hay un viaje, una dirección y un rumbo que
se abre con el transcurso de la película. Ostende, el largometraje dirigido por
Laura Citarella y protagonizado por Laura Paredes es el recorrido de una y más
historias, que se desarrollan en imágenes sesgadas, sonidos tapados y la cabeza
de la protagonista. Un gran hotel costero es el espacio para inquietudes y
especulaciones. Hay una búsqueda que despierta el interés de Laura, y anima su
estadía. Sobre el recorrido de la producción habló la directora con La Nave de los Sueños.
“Yo venía de producir Historias
Extraordinarias y Castro, y me había perdido en la producción. La verdad es que
me gusta mucho filmar, dirigir, trabajar con actores y escribir, entonces hay
algo de eso que todo el tiempo quiero actualizar dentro del contexto de la
producción. Surgió la idea y apareció una persona que es la dueña del viejo
hotel Ostende y nos facilitó un espacio cuando la película ni siquiera existía.
Yo quería trabajar con Laura, había muchas ideas anteriores pero no había una
idea concreta. Es un ejercicio distinto, uno a veces encara directamente algo
que quiere contar, y acá fue
completamente a la inversa. Me fui al hotel sola y fue rarísimo porque había
una persona encargada y yo en un hotel enorme. Pero fue bueno instalarme desde
ese lugar, desde esa distancia, fue redescubrirlo y entender el espacio de otra
manera. La película nace del trabajo sobre el espacio, las cosas que pueden
pasar según la disposición de ese hotel, eso fue lo primero que apareció y
después las voces de los actores que yo ya conozco, entonces te sentás a
escribir y es mucho mejor y más divertido y más intenso el trabajo.”
Hay una intuición e historias que se van
recreando a partir de voces vedadas, de ruidos a través de paredes, de escuchas
de contrabando. ¿Cómo se trabajó el sonido de Ostende?
“El tema del espacio y de la apertura del
espacio a través del sonido es algo que ya estaba en el guión. Hay muchas
escenas donde pasan cosas fuera de campo a través del sonido, hay algo de ese
universo que me gusta y escribí el guión con muchas de esas ideas. Pero cuando
fui a filmar era muy raro porque de repente había una persona escuchando a
través de la pared y el sonido todavía no estaba hecho entonces cuando llegué a
la sala de sonido me faltaba la mitad de la película. Lo narrativo no es sólo
lo que va pasando con los personajes, lo que van diciendo y las imágenes, todo
el tiempo se esté construyendo algo a través del sonido fuera de campo.”
Pensar las películas de una manera
distinta, de eso se trata en El Pampero Cine, la productora a la que pertenece
Laura, y en la que comparte ideas, producciones y trabajo en equipo con Mariano
Llinás. Trabajo en equipo desde la idea, el rodaje hasta la distribución. ¿Cuál
es la particularidad de El Pampero para hacer cine?
“Es una manera de trabajar que tiene que
ver con priorizar que las películas funcionen y nos gusten, y trabajar con la
libertad de decir qué es lo que le sirve a esta película y ponerlo en
funcionamiento. Cada película encuentra su propio sistema. Por otro lado, está
la dificultad enorme de trabajar sin un sistema más claro de financiamiento. Cuando
te sale bien, ganás premios, y te dan plata, pensás: estamos en una buenísima,
pero a veces no conseguís plata y tenés que suspender una jornada, y lidiar con
una zona en la que no pensás que sos un héroe. Pero es la manera que uno elije
de trabajar, y que a esta altura elegimos todos, somos muy amigos, es como una
pequeña familia. Otra cosa que está buena de trabajar en grupo es que te vas
contagiando del otro todo el tiempo, entonces hay un montón de elementos que
aparecen en esta peli y que tienen que ver con otra, eso no se si es heroico,
pero si muy fructífero.”
Ostende pasó por distintos escenarios y
festivales, estuvo en el BAFICI, en Londres, Viena, en Colombia, y está por
viajar a Munich. Laura promete que durante 2012 se va a estrenar en salas. La
exhibición pensada, para cuidar la obra:
“Para la exhibición la clave es pensar qué
le sirve a cada película. Qué día de la semana programarla y lo mismo con los
festivales, no exponer algunas películas y mandarlas al muere llevándolas a lugares
donde se van a perder y se van a volver medio invisibles, esa es la parte linda,
la romántica, de poder pensar; tampoco hay muchos espacios ni espectadores que quieran
ver este tipo de películas, y la comunicación que no llega, puede haber mucho
boca en boca, muchas herramientas, pero muchas veces se pierden. Si la
expectativa es el espectáculo la tengo complicada. Habría que hablar de
circuito concreto de cada película y de la realización para entender adonde
conviene llevarlas, y exponerlas.”
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