Filmar: una aventura
extraordinaria
Cinco realizadores con sus óperas primas alimentan la
producción cinematográfica nacional. Juan Manuel Brignole con sus fanáticos de
Fun People en “Mis sucios tres tonos”, Ariel Martínez Herrera intenta levantar
vuelo con “Alas”, Ayi Turzi dirige la investigación cinematográfica en “Y…
¿quién mató al mayordomo?”, Emiliano Romero emerge a la pantalla grande con sus
“Topos”, y Andrea Bruno reconstruye la historia en “Un rey para la Patagonia ”, dirigida por
Lucas Turturro. Esos son los nombres de las películas que se van a proyectar en
el primer ciclo de la temporada 2013 de La Nave de los Sueños y sus directores
hablaron sobre la osadía de hacer cine en la Argentina. Caminos andados entre escritura, guiones,
presupuesto, rodaje, edición, que llevan hasta el esperado estreno para después
volver a empezar y recrear la magia de hacer cine, de contar historias.
¿Cómo describirían la situación y la experiencia de hacer
cine en la actualidad?
Juan: -Osado no debe ser porque hay mucha gente que lo hace,
este año se presentaron 1600 películas al BAFICI, pero hay algo en lo que yo caí
durante el rodaje de “Mis sucios tres tonos”: cuando fuimos a filmar a Posadas,
había partes que estaban bajo el agua, y lo hicimos en la resaca de todo eso,
con cables pasando por abajo del agua, y después uno se da cuenta que es todo
medio una locura. Está buena la palabra aventura para definir el rodaje.
Depende de cada película, pero la nuestra fue totalmente al margen, parando en
casas de familiares, con equipos prestados, las luces las armábamos nosotros. Es
todo una aventura y hay que sobrevivir a la primer película. Es una linda
experiencia.
Ariel: -Cuando armamos “Alas” no existía la camarita de
fotos que filmaba, y el desafío era ver si se podía hacer una película dentro
de la facultad. Yo veía a mucha gente con muchas ideas, pero trabados por la
financiación. Nuestro proyecto era extracurricular pero éramos todos alumnos de
la facultad, estaba enmarcado en un proyecto institucional. El guión lo escribí
en tres días, hicimos una reunión con todos los compañeros en septiembre y en
diciembre grabamos. Vendimos rifas de una canasta y Navidad cayó en el medio
del rodaje porque eran las únicas dos semanas que en la facultad conseguíamos
el set. Con las otras películas que estoy escribiendo voy a buscar
financiación, porque me interesa un rodaje mas prolijo, y que la gente cobre su
trabajo.
Emiliano: - Con “Topos” estuve cinco años buscando
financiación, quería hacer mi película y pagar, crear trabajo.
Ayi: -“Y quien mató al mayordomo” se me ocurrió en agosto de
un año, y en febrero del año siguiente empezamos a juntar gente que quisiera
venir a grabar 15 días sin cobrar y divertirse. Conseguimos una locación en
Uruguay y la mayoría del presupuesto, que lo pusimos de nuestro bolsillo, se
nos fue en hacer el viaje. Iluminamos con luces de jardín, movimos la cámara
con un skate, hacíamos balanceo con una piedra. No conozco un rodaje que no sea
eso. No buscamos plata porque la idea era esa, íbamos a divertirnos con amigos,
e iba a ser un viaje de egresados en el que estábamos filmando y la pasábamos
bien.
Emiliano: -Recomendamos tirarse a la aventura de filmar,
pero también a pedir plata al INCAA.
Andrea: - Un rey para la Patagonia es mi ópera
prima en cine. En 2006 me encuentro con Lucas Turturro que tenía las latas del
trabajo de Fresán y sacamos una quinta vía en el INCAA. En 2008 hicimos la
presentación al Instituto, en 2009 nos dan el subsidio, y en 2010 empezamos con
los festivales. Nos fue bien en repercusión porque se llenaba la sala, eso fue
fundamental, y funcionó mucho el boca en boca.
Caminos subterráneos que espían la luz del día, los topos y
la ilusión de otra vida. Rutina conflictiva de la que se trata despegar con las
alas en caída libre. El fanatismo y los años de juventud que rasguñan tres
sucios tonos. Documentos de un reino inesperado en la Patagonia. Y el género
para descubrir la pista de un crimen. ¿Cuál es el motor que los lleva a hacer
cine? ¿Cómo se plasma eso en sus películas?
Juan: -Lo que a mi más me gusta es el hecho colectivo de
hacer una película, me divierto en los almuerzos, las charlas. La escritura es
una cosa colectiva, porque vas hablando y la gente te devuelve cosas. Se genera
algo muy de familia en el rodaje, el asistente de dirección es como un hermano.
El cine es una energía que no se detiene, se te mete en la cabeza y no para
nunca. A fines de la década de los 90 en Posadas no pasaba nada, y el punk rock
era como un refugio para mí, por eso, “Mis sucios tres tonos” es casi una
película triste, la visión que teníamos del punk rock era salvar una tristeza.
Todo eso está en la película, hay momentos de cierre de muchas cosas. Es una
aventura.
Emiliano: -Topos tiene mucha influencia del teatro
argentino, tiene mucho de la
Gambaro , de Pavlovsky,
mucha cosa densa, alegorías y metáforas muy densas. Es una mezcla entre las
películas que me gustaban como las de Terry Gilliam y Kusturica con una entraña
mas latina.
Ayi: -Todo el equipo del mayordomo ama el cine de género y
queremos hacer ese tipo de cine. Es algo que siempre nos interesó y a mi
particularmente la comedia. Pero así hubiera o no lugar al género
comercialmente y el público esté o no abierto, nosotros seguiríamos haciendo lo
mismo.
Ariel: -En nuestro caso, pasó que fuimos al festival de cine
de Saladillo, y volvimos inflados de amor por el cine: es gente que hace
películas y no tienen material sensible que no sea el corazón. Entonces
volvimos y me senté a escribir un guión que se pueda concretar y es una
aventura, es osado, arriesgado, y lo recomiendo mucho.
¿Cómo es el proceso para defender y mostrar una ópera prima?
Juan: -La distribución es un momento sumamente importante.
La idea cuando uno hace una película es que se vea. Ahora hay muchos cineclubs
y lugares autogestionados, donde accedés a un proyector, una pantalla, pasás la
película y la ven 100, 200 personas. Eso antes era impensado y ahí se da mucho
el cara a cara.
Emiliano: -La estrategia ya existe, se llama “No sólo en
cines”, lo organizamos con mucha gente y ya tenemos más de 50 centros
culturales en todo el país que están deseosos de pasar películas. Y lo mas
importante de todo es que es cortando ticket INCAA. Nosotros ya estamos en diez
mil espectadores. “No sólo en cines” nació porque cuando iba a estrenar la
película tenía el Artecinema solamente y empezamos a pensar en circuitos
alternativos. Recorrí centros culturales hasta que se creó una red. Desde
septiembre hasta diciembre hice todos los días funciones alternativas. Y además,
en esos lugares tenés el debate con el director, con los actores, bandas que
tocan antes, poetas que recitan. Y ahora estamos armando asambleas de directores.
Hay una grieta desde adentro.
Ariel: -Hay otro espacio que tiene que ver con ir a
encontrarse con la gente.
Emiliano: -Al circuito de centros culturales los
espectadores van con ganas de ver tu película, de preguntarte después, es un público
con la cabeza abierta, es el mejor.
Andrea: -Uno la camina a la película. El secreto es tener
tiempo y caminar, caminar, caminar. Uno hace una historia de vida de esto y te
tienen que gustar los proyectos. Es una elección de vida. Si vos abrazás el
proyecto y lo llevás con tu vida vas a ser feliz. Yo soy productora y no me
pueden venir a tirar abajo, si mi trabajo es crear mundos, es hacer posible lo
imposible.
Texto: Daniela Pereyra
Fotos: Giuliana Trucco
y José Ludovico
Producción: La Nave de los Sueños
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