3 oct 2012

ENTREVISTA A ANÍBAL USET




Hubo un tiempo que fue hermoso.
Entrevista a Anibal Uset, a 40 años de la filmación del mítico film ROCK HASTA QUE SE PONGA EL SOL


Texto: Daniela Pereyra. Fotos: Giuliana Trucco

Eran los primeros años de la década del 70, y el rock Argentino crecía. El Festival B.A.ROCK, organizado por Daniel Ripoll era la ocasión anual para el encuentro entre los músicos y el público que buscaba un lugar de contención y expresión artística a la vez que ideológica y política. Se llevó a cabo en los primeros tres años que abrían la década, y en su tercera edición, la de 1972 se produce y se filma el primer documental sobre un recital de rock en Argentina. Hasta que se ponga el sol, estuvo dirigido por Aníbal Uset y guionado por este, junto a Jorge Álvarez, bajo la producción de Héctor Olivera y Fernando Ayala.

Cuarenta años después el realizador del registro que fue el inicio del camino de grandes músicos nacionales recuerda: “La filmación de la película coincide con el regreso a nuestro país, de Perón, todavía estaba Lanusse en el poder. Había una pequeña apertura pero también una enorme represión. Los pibes del rock eran muy reprimidos en esos años. Eran otros momentos y se vivía así. En los 60, cuando no se podía nombrar a Perón, eran las épocas del surgimiento del rock. Y estos chicos se gestaban por sí solos. Había una difusión pequeña, pero con grupos como Manal y Almendra se llenaban los lugares, como el teatro Coliseo, el Payró, y hasta el cine Rivadavia. La cosa crecía a pesar de ser tiempos difíciles. Hubo una explosión bastante grande que se fue gestando en el tiempo. Cuando se hace esta película, al mismo tiempo se filman otros importantes films de la época, como  Los Traidores, de Raymundo Gleyzer.”

¿Cómo surge la idea de filmar el documental? “Daniel Ripoll organizó el recital. Era el dueño de la Revista Pelo, y  el padre de la criatura B.A.ROCK. Él es quien origina el proyecto. Yo no soy un hombre del rock, soy un hombre surgido del cine, pero venía del rock, era un poco mi gente. Yo tenía mucha cercanía con ellos. Me perdía en las noches con los primeros músicos de rock de acá. Recuerdo que nos pusimos de acuerdo con Ripoll, para  que nos autorizaran a entrar con cámaras y poder hacer la película y fue una experiencia única.”

B.A.ROCK 1972 se hizo en las afueras del estadio Argentinos Juniors y la película muestra a los músicos sobre el escenario con testimonios del público, además de incluir imágenes de canciones interpretadas en el Teatro Olimpia. Aparecen importantes artistas como Color Humano, León Gieco, Vox Dei, Gabriela (la primer cantante de rock), Billy Bond y La Pesada, Claudio Gabis, Orion’s Beethoven, Sui Generis, Litto Nebbia junto a Domingo Cura, Pappo´s Blues, Pescado Rabioso, y por último Arco Iris. Las bandas y solistas se suceden y el tratamiento es particular.

Hay una idea detrás del registro que guió la realización del documental: “Esta película se hizo con dos mangos, sin sincronismo, nos daban los “puchos” de película que sobraban de las películas de Jorge Porcel. Era todo muy primitivo, en la parte en que está  León Gieco por ejemplo, se ve como se cruzan todos los cameraman por el escenario.” Se pone en evidencia la filmación que hace más relevante el encuentro entre los músicos y el público, los camarógrafos en el escenario que develan el artificio, a la vez que se genera la sensación de estar ahí, escuchando y sintiendo. Por otra parte, en los títulos se menciona a Jorge Álvarez y Aníbal Uset a cargo del “Argumento” del documental. Y es que no se trata de un recital desde un punto de vista, como un espectador más. Hay inserciones de imágenes de la ciudad que marcan el ritmo de las canciones, y se juega con la filmación en blanco y negro y a color. Lo referencial le da lugar a lo ficcional y así se ven pequeños relatos como el que protagonizan los integrantes de Pescado Rabioso, antes de uno de sus temas, y las imágenes con ribetes surrealistas cuando suena “Tontos” de Billy Bond y La Pesada. Uset cuenta en referencia a esta historia: “con la participación de La Pesada en el film se crea  el primer video clip. Era algo que acá no existía.” Uno de los músicos recuerda esa experiencia, en palabras de Billy Bond: “ese fue el primer video clip argentino, porque todos los grupos tocaron, todo el mundo fue allá y tocó. Nosotros no, nosotros tocamos e hicimos un clip.  Ilustramos, actuamos vestidos de mujeres y es una cosa súper divertida.”

Esos segmentos, fueron pensados en conjunto con los músicos, que además se los ve sobre el escenario, en las salas de grabación o en lugares inesperados como una iglesia, en el caso de Vox Dei, interpretando las Guerras, de su obra La Biblia. Ezequiel Ábalos, en su libro Rock de acá 1970 - 75, reconstruye  situaciones del film con los testimonios de los músicos. Black Amaya quien integraba Pescado Rabioso, aporta: el guión de la escena de Pescado lo arman entre Spinetta, David Lebon y el  chico que hace de chofer. Yo como vivía colgado de una rama en esa época, no sabía bien lo que iban a hacer. Lo hicimos en un barrio, no sé si por Martínez, en esas cortadas que no hay tránsito. Veníamos caminando, y yo no me acordaba para nada qué es lo que seguía, sabía que venía un auto, que iba a pasar algo, que nos iba a querer raptar, algo de eso yo entendía en mi locura de esa época, y, bueno, fue así que quedo esa escena inolvidable  donde David dice: -¿Qué haces, loco? mirá lo que hiciste- y muestra todos los chinchulines.”

 “¿Qué significó aquel festival y esa película? Fue de una enorme importancia y hoy es un tesoro y un documento de epoca. León Gieco  incluye el fragmento de su tema “Hombres de Hierro” aún hoy en cada uno de sus recitales, y el dúo Sui Generis fue conocido y se volvió masivo a partir de esa experiencia. “Es la lucha de toda una generación para expresar lo que piensa y lo que quiere, del país y de sí mismo” sintetiza Ripoll en una pausa de la música, cuando es entrevistado sobre el sentido del recital.

Rock Hasta que se ponga el sol fue producida por Aries, una  importante productora dedicada al cine industrial y de entretenimiento, pero el valor fue más allá de ese contexto. Ripoll en la presentación del festival afirmaba: "Es probable que el cine sea una de las maneras (inconscientes pero no inocentes) del sistema para deglutir y alisar el movimiento de música popular progresiva, pero en ese caso, las mismas características tiene la industria del disco, vital esencia para que los músicos puedan hacer llegar su mensaje y establecer la comunicación. La batalla del disco ya fue ganada: los músicos graban lo que quieren y además ganan adeptos. Con esta película, ocurrirá seguramente lo mismo. Y será un medio más para crecer. Y un miedo más que tendrán los otros al ver que es imparable".El valor de la película es el valor de los músicos que están ahi”, dice Aníbal. El director de “Un idilio de estación”, “Che, OVNI”, y “El rey de Londres”, recuerda esta película y el festival como únicos por su mística, por la importancia para el rock, para la cultura y la sociedad.

Testimonios de Black Amaya y Billy Bond, extraídos de Rock de Acá 1970-75, de Ezequiel Ábalos. Testimonio de Daniel Ripoll, extraído de rock.com.ar

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